viernes, 12 de junio de 2009



Manchas de vacío,cuartos sin sendas,manos desprendidas,no alivian avalanchas.
Alas en llamas,victoria destripada,alicaída esbelta,¿de egoísmo o dignidad?
Deseo desmoronado,noche demorada,sueño desmovilizado,cama demoníaca.
Simuló una caída perfecta para sacar a relucir sus escorpiones.


sábado, 2 de mayo de 2009



LA SOMBRA DE UN DRAGON

Soñe con un dragon

Tan negro como el cielo a media noche

mas poderoso que la combinacion de todos los elementos

Temido y respetado por todos


Siempre atentado a mi procteccion

Para amarme con pasion tan fuerte

que el mundo alrederdor

Se tornaba en fuego ardiente.


martes, 21 de abril de 2009

El enemigo

El enemigo
Cuando estés un poco malogrado o te importune ese personaje
Que la derrota, muy sutil urdiera,Puede hacer asomar en tu rostro,
No arrojes tu sueño como un anillo al río,Sobre aquello que amas no puedas renunciar. Cuando estés un poco malherido,
Quizás también oscuro, puede que un tanto harto
Y, al procurar verso, no encuentres
La música apropiada, lo que te exige el canto,
Recuerda que algún día fuiste dueño,
Que guardar silencio puede ser causa grande.
Cuando llenes de vaho los espejos con la tristeza
De ese ser que los procura, y anda errante en la casa
Como un barco impaciente que abandonó el mar,
Nunca pierdas el rastro de las estrellas
Fugitivas, y nunca te abandones
Al gesto vano, a lo falso o a la mentira.
Cuando quieras vivirPor un país que esté más al norte,
Más cerca de la vida; al abrigo de otros puertos
A los que desciende el cielo con toda la claridad,
Y lejos de estos hombres que no quieren
Saber lo que tú mucho querrías,
Piensa en la casa sola que, desnuda, se dirigeValiente y traicionada hacia el mar;
Y que debes salvarla, dándole otros caminos.
Es así que en esta hora te sucede
Que estás un poco triste, malherido,
Un tanto malogrado y sabes letras
De esas torpes canciones del desencanto,
Mi viejo capitán de las bajas horas,
Olvídate de mí, pero no olvides
Los pactos misteriosos a los que entre los dos llegamos,
Deja que suene la música.
Y que pase otra vez.


martes, 10 de marzo de 2009


Dulce sirena

Carga grande se vuelve contigo
lo que Dios me ha dado,
corazón de poeta apasionado.
Siendo tú sirena, me atraes enamorado.

Tu encanto es tu ausencia y ternura,
tus ojos oscuros, el universo en que miro;
tus cabellos negros, deseos de mis manos;
tu pecho el amor mío.
El tiempo avanza y te escribo,
con lo que queda de mi corazón perdido;
la poesía aflora del alma mía,
y allí apareces nuevamente, dulce sirena.

Te contemplo como la mar serena,
en calma, fija te observo;
lástima que siempre vienes y te marchas,
como neblina ¡y aún te quiero!!!!